La Educación es “un arma
cargada de futuro”. La atención que le prestemos a los jóvenes de hoy,
reflejarán la Canarias del mañana. En esta tarea están los socialistas en el
gobierno de Canarias.
Estamos viviendo una etapa
difícil, la pobreza se ha triplicado, cientos de miles de niños viven en la pobreza,
por eso, no se puede entender la poca honorabilidad y miopía mostrada por el PP
en general, y por la actitud de sus acaldes y el Cabildo gran canario, en torno
a la Educación y la atención a los niños y niñas de esta isla. Se niegan a
colaborar con la Consejería de Educación, que solo se ha limitado a escuchar y
llevar adelante la demanda de los propios padres y madres, así como la del
Consejo Escolar de Canarias, en cuanto a la apertura de los comedores escolares
en verano. No se puede entender, en este último caso, cómo el PP se opone a
ello cuando sus representantes en el Consejo Escolar de Canarias, el pasado
noviembre apoyó esta iniciativa.
Tampoco se puede entender
tanta falacia y demagogia cuando la apertura de los centros escolares va a
servir para la realización de talleres de inmersión lingüística (mejorar
la competencia del alumnado en lengua extranjera). Para ello, la Consejería ha
considerado la apertura de los colegios en Canarias, con el objetivo que 12.000
alumnos reciban en centros de referencia clases de refuerzo en idiomas. En Gran
Canaria, significa la apertura de 53 colegios que, en los meses de verano, se
beneficiarían de las medidas establecidas por este Plan.
Este Plan posibilita, primero, la
creación de empleo en esos meses. Más de 243 profesores que no hayan impartido
clases en este curso, podrán trabajar. Y segundo, pedagógica, social y
asistencialmente se va a trabajar con esos miles de niños y niñas, favoreciendo
y garantizando los conocimientos en lengua extranjera, las relaciones sociales,
la cobertura de las necesidades básicas y ayuda a la conciliación familiar y
laboral.
Nos preguntamos ¿Quién puede
oponerse a esto? Quienes están al frente de cualquier institución, está
obligado a llegar a acuerdos y a tomar decisiones que den respuesta a las
demandas ciudadanas.
Encerrar el debate de la apertura
de los comedores escolares en verano, a la única cuestión de quien debe pagar
el transporte o a defenestrar este Plan con ocurrencias de baja estopa, como la
del alcalde de Mogán de “populista y de mal gusto, o de improvisada y sin
consenso” es cuando menos de unos representantes faltos de sensibilidad hacia
quienes son sus representados, o el alcalde de la primera ciudad del
archipiélago, las Palmas de Gran Canaria, que tiene un presupuesto cercano a
los 300.000 euros para pagar el transporte para excursiones o actuaciones de
grupos folklóricos, niegue a sus vecinos, el derecho a que sus hijos sean
formados y atendidos durante el verano. Y por último, y como mejor muestra, la
respuesta del propio Cabildo gran canario, que en palabras del actual alcalde
de Sta. Brígida y consejero cabildicio, se niega a facilitar el transporte de
aquellos ayuntamientos que lo necesiten, la mayoría en manos de su propio
partido político. La excusa es que “no está en los presupuestos”. Por lo visto,
no ha aprendido que bastaría con una modificación de crédito.
La propia Consejería de Educación ha hecho otro esfuerzo y se
abrirán 200 centros en vez de los 134 iniciales. La mayoría de los cabildos canarios
se hacen eco de la solicitud de sus municipios, para que colaboren con ayudas
al transporte, por tanto la ciudadanía no entiende que al Cabildo de Gran
Canaria y a algunos de los alcaldes de esta isla, no les quite el sueño, a
tenor de lo manifestado, que más de 8000
niños no sean atendidos.
Lo irónico, es que el Partido
Popular, en voz de algunos de sus alcaldes y portavoces en el Consejo Escolar
de Canarias, está de acuerdo con el Plan.
Juan Manuel Betancor
León
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