El futuro de la educación en
Canarias y en España pasa por un cambio cultural importante, donde la autonomía
y la actitud de todas las partes serán vitales. Una actitud basada en valores:
compartir, cooperar e interconectar, y donde la innovación tecnológica, la
creatividad y el emprendimiento han de ser los valores de base.
Estos cambios necesarios
reafirmados en el informe PISA presentado recientemente en Canarias está
focalizado en las siguientes áreas:
En Canarias tenemos un Sistema
con un exceso de normativas y burocracia. Es un Sistema Centralizado con poco
margen de maniobra por parte de los Centros, en el que éstos carecen de
autonomía (por no tener ni tienen CIF propio). Un Sistema sin niveles de
Calidad, evaluación y control, lo que lo hace poco transparente. Se desprende
del informe un Sistema sin una alta profesionalización de los directores y con
una Inspección que debe jugar un papel de mayor apoyo a los Centros. Con todo
esto obtenemos del Informe PISA que:
- En Canarias, la gestión de los
centros está muy centralizada y muy burocratizada. Hay grandes
restricciones en la flexibilidad de los Centros debido a la gran cantidad
de reglamentos y decretos y por la gran carga
administrativa-burocrática existente.
- Se hace necesario un mayor nivel de
descentralización, delegando gran parte de la gestión bien en los
municipios-comarcas o bien en los Consejos Escolares (que a su vez
puede ser sólo del centro, del distrito, del municipio o de la comarca),
basado en criterios de autogestión. Esta descentralización no debe suponer
duplicidades ni solapamientos.
- Hay que suplir el exceso de reglamentación y
burocracia por recomendaciones y controles de calidad y evaluación, dando
confianza y credibilidad a la autogestión o autonomía de los Centros.
- También se compara negativamente la
gestión de los centros públicos con los centros privados en los siguientes
criterios: libertad de contratar su personal, de asignar los profesores a
las clases, de exigir que sigan cursos de formación continua. Todo esto
lleva, según el informe, a mejores resultados en los centros privados,
considerando que en los mismos existe un ambiente propicio para el
aprendizaje, mejoran las expectativas de los alumnos, con una menor tasa
de repetición y un mayor respeto hacia el profesorado.
- Se pide pruebas de calidad, evaluación y
control de los centros, grupos, profesores, niveles…para poder ver cuáles
son las debilidades, buscar y aplicar las mejoras necesarias.
- Se reclama una mayor autonomía de los Centros y
una mayor responsabilidad en las direcciones de los Centros y sus Consejos
Escolares para que puedan adaptar el curriculum, elegir los libros,
establecer el presupuesto, gestionar sus recursos e incluso establece la
contratación del personal, incluido los docentes, apoyado o supervisado
por el consejo escolar de distrito-municipal-comarcal al que se le debe
dar mayores niveles de autoridad. Se busca un sistema muy distribuido, no
para diluir responsabilidades, sino para actuar de forma rápida y eficaz a
los problemas, incidencias y debilidades que se detecten.
- En esta filosofía la inspección jugaría un
nuevo rol de apoyo práctico a los centros en lugar del papel actual de
censor-informador de la Consejería de la labor de los centros.
- En esta línea se recomienda una mayor duración
de los directores en su puesto en un centro y con una mayor retribución,
accediendo a una escala de directores tras pasar una formación específica
y pasar un periodo de pruebas, incluso con su propia escala salarial. Es
importante una habilitación especial y un proceso de acceso a la dirección
de Centros.
Las primeras propuestas en este
primer punto del cambio de modelo educativo son claras: sustituyamos normativas
por recomendaciones, descentralicemos la toma de decisiones y responsabilidades
en las comarcas-municipios-distritos a través de sus direcciones de
centros y consejos escolares para que dispongan de mayores grados de
Autonomía para contratar, organizar todos sus recursos… con el apoyo efectivo
de la Inspección para interconectar los diferentes niveles organizativos y todo
acompañado de los niveles de calidad, evaluación y control necesarios en un
Sistema Transparente.
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